GENERACIÓN DE CAPACIDADES FUTURAS: UN PASO ADELANTE EN TEMAS DE SEGURIDAD

¿Es posible predecir el futuro? , ¿Tenemos alguna capacidad de cambiar los eventos que estamos por vivir? Frente a estas interrogantes es necesario ser enfáticos y decir que nadie está en capacidad de decir  lo que va a pasar mañana, ya que el futuro es un espacio abierto que todavía falta por construir, y que por lo tanto está en nuestras manos direccionarlo hacia dónde queremos llevarlo.

En el ámbito de la seguridad  esto implica anticiparse a los eventos futuros y tratar de neutralizar o mitigar ciertos riesgos antes de que lleguen al presente; la prospectiva trabaja ante todo en la prehistoria de los riesgos buscando la conformación de un sistema de alertas tempranas, mediante la elaboración de escenarios prospectivos.

Podemos afirmar que los riesgos señalan la posibilidad futura de ciertos acontecimientos en proceso, que aún no existen pero que podrían existir y que serían preciso enfrentarlos. Como conocedores de los procesos de seguridad en nuestras empresas son los escenarios los que nos permiten describir qué hacer para evitar que dichos eventos negativos lleguen al presente y esto implica un trabajo de identificación de las causas que hacen que dichos riesgos se activen en el tiempo.

Como profesionales de la seguridad no podemos  ser reactivos y esperar a que un riesgo se convierta en amenaza para comenzar a actuar, debemos ser lo más prospectivos posibles de manera de anticiparnos a los posibles conflictos futuros, esto implica realizar un trabajo en dos tiempos, primero reflexionar sobre los riesgos y amenazas que podrían presentarse en el futuro, para luego establecer que debemos hacer en el presente para que estos eventos no ocurran o simplemente tomen una dirección controlada.

Las amenazas y los riesgos se esquematizan como un círculo continuo que debemos  permanentemente monitorearlos. La Prospectiva debe trabajar junto a nuestros departamentos de operaciones en la identificación de indicios e indicadores que permitan alertar sobre la transformación de un riesgo en amenaza.

El siguiente esquema explica el rol desempeñado por La Prospectiva en el tratamiento preventivo y proactivo de los riesgos y amenazas.

Antes  la planificación de un  tema de seguridad era mucho más claro y sencillo, por cuanto sabíamos quién era el enemigo, dónde estaba y que era capaz de hacer, ahora todo ha cambiado y existe una creciente incertidumbre y se evidencia un gran abanico de eventos, en estado potencial, que requieren de la construcción de escenarios prospectivos para su anticipación y neutralización.

En los momentos actuales debemos multiplicar el número de escenarios ante la multiplicación de riesgos; de alguna manera entramos en el campo de la Prospectiva temporal; no importa a qué horizonte se hagan los escenarios lo que interesa es estar listos en cualquier momento frente a la activación de un determinado riesgo.

Si hablamos desde el punto de vista metodológico podríamos sugerir el siguiente esquema para la construcción de escenarios prospectivos y la generación de políticas públicas en temas de seguridad:

¿Qué tipo de amenazas y riesgos podríamos de enfrentar en el futuro? y ¿Cuál es nuestro nivel de vulnerabilidad frente a las mismas?

¿Cómo podrían evolucionar dichos eventos en el futuro?

¿Qué podemos hacer para enfrentar dichas situaciones y cuál es el resultado final que deberíamos alcanzar (estrategia comercial)?

Qué necesitamos tener o saber hacer para enfrentar dichos riesgos y amenazas y alcanzar un resultado deseado (generación de capacidades futuras en temas de seguridad).

Los escenarios no sólo servirán de guía para determinar el equipamiento que se requerirá en el futuro sino también para direccionar el fortalecimiento de diversas capacidades (tecnológicas, de talento humano, doctrina,etc.) necesarias para el cumplimiento del escenario. Los escenarios prospectivos que se construyen permitirán responder a la famosa pregunta ¿Qué se va a comprar y para qué? generando una racionalización de las compras a ligar las mismas a los escenarios operacionales futuros y al cumplimiento de las misiones encomendadas para la satisfacción de nuestros clientes.

Son los escenarios lo que permiten la visualización de las estrategias más pertinentes para enfrentar los riesgos y amenazas de la seguridad integral, lo que a su vez permitirá establecer las capacidades que el empresario en seguridad necesitará desarrollar al futuro para poner en marcha dichos cursos de acción. No debemos olvidar que las empresas enfrentan un importante número de riesgos que requieren de acciones preventivas y proactivas, mismas que necesitan de un pensamiento prospectivo. Esto nos permitirá generar acciones inmediatas  mismas que estarán en capacidad de proteger a nuestras empresas.

Este tipo de reflexiones se aplica para riesgos que conocemos y frente a los cuales queremos prevenirnos pero, ¿Qué pasa con relación a que ellos hechos que nunca han ocurrido?, ¿Estamos preparados para enfrentarnos a cosas que nunca han pasado? Este es uno de los más grandes desafíos de los organismos de seguridad del futuro. Nos preparamos constantemente para cosas que ya han pasado pero no pensamos de todas aquellas cosas que nos podrían afectar pero que todavía no han pasado. Por eso es fundamental que dentro de nuestra planificación en el ámbito de seguridad dejemos un espacio para imaginar y concebir todos aquellos eventos que difícilmente podrían pasar (o que nunca han pasado) pero que de llegar a pasar, tendrían consecuencias devastadoras sobre la empresa o la sociedad en general.

Brindamos asistencia a un mundo, en el cual este tipo de eventos se han vuelto cada vez más frecuentes por lo que se hace indispensable incorporarlos en nuestras reflexiones anticipadas, si bien nos debe interesar lo que parece “más probable” sin embargo no nos debe dejar de interesar aquello que consideramos improbable o imposible pero que de ocurrir tendría efectos devastadores.

La Prospectiva tiene como objetivo final  la identificación de toda posibilidad futura de un evento adverso lo cual permite en parte precaverse frente a toda sorpresa en el futuro.

El buen estratega no es  aquel que adivina o sabe cómo será el futuro sino es aquel que anticipa todo movimiento posible en el tiempo con la finalidad de no verse enfrentado a una situación inesperada.

 

Dr. Msc. MBA. Jorge Villacreses Guillen
Presidente de CUPORT SEGURIDAD 
#ElAlguacilDeLaSeguridad

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