Visión profesional del guardia

Por Jorge Villacreces Guillén, presidente de Cuport y de LIDERA, Centro de Capacitación Especializada Cia. Ltda.

Todo guardia de seguridad tiene una visión como parte de su crecimiento profesional, sin lugar a dudas es una profesión de riesgos que muchos las convierten en fortalezas en sus vidas. Ser eficientes, competitivos, responsables comprometidos con la seguridad y el bienestar colectivo los mantiene competitivos en un mundo global donde la vigilancia y sus servicios de seguridad brindan una gran responsabilidad son los héroes  sin capa que vigilan cada punto que forma parte de su territorio de paz.

La finalidad de la seguridad privada, en cualquiera de sus modalidades, es la de disminuir y prevenir las amenazas que afecten o puedan afectar la seguridad, la vida, la integridad personal o el tranquilo ejercicio de legítimos derechos sobre los bienes de las personas que reciben su protección sin alterar o perturbar las condiciones para el ejercicio de los derechos y libertades públicas de la ciudadanía, sin invadir la órbita de competencia reservada a las autoridades.

Un guardia de seguridad, dentro del ámbito de la seguridad privada es un profesional de carácter privado que vela por la seguridad, primordialmente en relación a las personas, edificios y bienes materiales de cuya protección, vigilancia y custodia estuviera principalmente encargado por la empresa u organismo contratante como complemento y contribución a la seguridad pública proporcionada por las fuerzas de seguridad del estado.

Ejercer la vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto privados como públicos, así como la protección de las personas que puedan encontrarse en los mismos, son sus las funciones que desempeñan, llevando a cabo las comprobaciones, registros y prevenciones necesarias para el cumplimiento de su misión. Además, deberán evitar la comisión de actos delictivos o infracciones administrativas en relación con su ámbito de protección. En relación con dicho ámbito, cuentan con la autoridad para la apoyar en  detención  y poner a disposición policial a los delincuentes y sus instrumentos, así como denunciar a quienes cometan infracciones administrativas aunque su ámbito laboral se centra en la protección.

Dependiendo sea el caso pueden contar con una gran variedad de recursos, sean técnicos o tecnológicos, como cámaras de videoradios de comunicaciónchalecos antibalas o anti puñaladas, detectores de metales o dispositivos electrónicos biométricos de control de acceso como detectores de huella digital e iris del ojo, entre otros. También pueden utilizar perros adiestrados para su defensa y para la detección de diversos tipos de objetos. La dotación obligatoria consta, de: «grilletes de manilla», y defensa de goma semirrígida” (En servicios armados revolver Cal. 38 o escopeta 12/70, en atuneros y otros servicios los medios que autorice el ministerio del interior). Y portar en el pecho, al lado izquierdo la placa de Vigilante de seguridad.

Los servicios de vigilancia pueden ser muy diversos, generalmente serán prestados sin armas, salvo cuando el riesgo para la vida de los vigilantes requiera esta dotación, en todo caso la utilización del arma requerirá la autorización de la delegación del gobierno que corresponda, así como de las armas que sean pertinentes. Hay servicios que serán siempre realizados con armas, tales como el transporte de fondos, explosivos, etc. Normalmente el arma reglamentaria será el revólver calibre 38-4″ y la escopeta del 12/70. La dotación permitida y obligatoria es la defensa de goma semirrígida de 50 cm pudiendo ser complementada o sustituida por otro medio de defensa, ateniéndose a lo dispuesto en el Reglamento de Armas tras solicitud pertinente. Podrán utilizar grilletes cuando el jefe de seguridad de la empresa a la que pertenezcan lo disponga. A todos los efectos, como no podría ser de otra forma, tienen prohibido la utilización de elementos que pudieran resultar nocivos, tales como gases no homologados.

El personal de seguridad a menudo está expuesto a traumas físicos y psicológicos que pueden tener efectos duraderos. Los vigilantes de seguridad no están adecuadamente entrenados en defensa personal y, como resultado, tienen más posibilidades de ser heridos en alguna intervención, posiblemente por algún tipo de arma.

Otros factores que contribuyen a la desmotivación de los vigilantes son una alta carga de trabajo, largas jornadas, horarios rotativos y poco adecuados para conciliar con la vida familiar. Respecto a sus servicios están expuestos a las inclemencias meteorológicas y al trato con personas difíciles, además de ser presa del aburrimiento y el bajo salario.

Por otro lado existe una gran indiferencia de las empresas y los clientes por alcanzar unos estándares de calidad en el sector: por ejemplo, uniforme, equipamiento, autoridad, tiempos de descanso, el acceso a los baños, la instalación de vestuarios adecuados, además de la capacitación constante y estrategias de comunicación interna que sean direccionadas bajo la motivación desde el departamento de Talento humano.

Un guardia es un ser humano que te cuida y da seguridad por ello hay que brindarles un correcto trato fomentando esa buena relación la misma que permitirá que todo se desarrolle en un ambiente armónico fortaleciendo las competencias laborales.

 

Dr. Msc. MBA. Jorge Villacreses Guillen
Presidente de CUPORT SEGURIDAD 
#ElAlguacilDeLaSeguridad